miércoles, 16 de marzo de 2016

En defensa de la dignidad humana (Manifiesto crítico)

Esta semana mi rol es el de "crítica" y lo desempeñaré realizando un manifiesto sobre una situación de actualidad que se dio el martes en Madrid con hinchas del PSV. Es mi primer manifiesto, en realidad no sabía ni siquiera como empezar, pero es verdad que hoy día en Internet está todo lo que nos interesa, espero que la evaluadora lo tenga en cuenta y no sea muy severa con mi entrada.


Declaro que la dignidad no está en lo que se tiene, sino en lo que se hace, que una persona con dignidad no puede hacer nada que lo vuelva despreciable, que la risa ante la pobreza te convierte en inmoral, que si no tienes respeto por otros, no lo tienes por ti mismo.

Denuncio la soberbia del poderoso, la falta de sensibilidad del prepotente, la obscenidad del burgués, la poca consideración del ocioso, el impudor del que se considera superior, la crueldad del acomodado, la falta de corazón del rico.

Me rebela un Estado del Bienestar para unos cuantos, que la diversión consista en humillar a los demás, que disfrutemos dominando al débil, que nuestro ocio consista en avasallar al necesitado, en abusar del diferente, en fotografiar al despojado.

Rechazo la humillación permanente de las mujeres, la degradación a las que se las somete, el oprobio que se les causa, los abusos de que son objeto, las injusticias que sufren, los agravios que padecen, la falta de solidaridad que soportan.

Defiendo la igualdad como símbolo de dignidad, la dignidad como respeto hacia uno mismo y hacia los demás, la libertad como el reflejo de la dignidad y la dignidad como esencia de la vida: "Si no se vive con dignidad, es que estás muerto y cuando estás muerto no eres nada".

Quiero una sociedad donde el respeto sea para todos, donde haya sensibilidad, solidaridad, compasión, empatía, humanidad, misericordia, piedad, amor y consideración hacia el débil. Una sociedad que no se olvide de nadie, que acoja a los refugiados, que proteja a los desvalidos.

Pretendo vivir en una comunidad que trate a las personas como personas, en la que la gente se subleve contra las injusticias, donde no callemos cuando se atropella a los individuos, donde nos opongamos al mal, en la que no haya odio, ni indignidad, ni pobreza, ni inmoralidad, ni infamia, ni miserables, ni fascistas.

Aspiro a una sociedad donde no haya personas sentadas al sol, a costa de los que viven en las sombras. Una sociedad tolerante, honesta, que se comprometa con sus responsabilidades, que destierre la miseria, donde haya el respeto suficiente para reconocer que todos tenemos un valor, donde reconozcamos las necesidades de otros como necesidades nuestras, donde haya armonía y un verdadero progreso global, una sociedad que no tenga el corazón corrompido, donde no haya nunca más una situación tan denigrante como la que se refleja en el vídeo.

Me dicen que soy muy ingenua. Y sí, debo serlo, porque no quiero renunciar a ninguno de mis sueños.


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