lunes, 18 de abril de 2016

¿No sabía nada?

El domingo, mirando para mi entrada semanal, me llamó la atención una noticia del Hoy: La profesora que aprobó a una niña que “no sabía nada”, la podéis encontrar en http://www.hoy.es/sociedad/201604/16/profesora-aprobo-estudiante-sabia-20160416182708.html Cuenta como una profesora decidió cambiar el rumbo de la evaluación, cuando una de sus alumnas le comentó que “no sabía nada” de la materia de geografía que hacía pasar de curso. La profesora le dijo que ella tenía la voluntad de aprobarla, pero que era fundamental que escribiera algo para justificar la nota, así que le preguntó si sabía algo de las frutillas, al contestarle que sí, le puso la 1ª pregunta: “Describir una actividad económica”. A continuación la niña le preguntó si podía escribir algo de Bolivia (Es boliviana), la profesora le puso entonces la 2ª pregunta: “Mencionar los aspectos más importantes de algún país latinoamericano”. Las tres hojas escritas que le entregó la niña después de escribir dos horas se han hecho virales y la podéis encontrar, junto a la historia completa, en el blog de la profesora en http://luciagorricho.blogspot.com.es/2016/04/dijo-que-no-sabia-nada.html

Esta historia me hizo pensar sobre lo importante que son para las personas las diferencias de oportunidades en la educación. La familia te intenta dar la mejor posible, pero eso muchas veces depende del dinero y de la situación social que se tiene. Y pasa, que muchas veces, cuando nos dicen que somos “privilegiados”, nos podemos poner a la defensiva porque creemos que nos dicen que no hemos trabajado mucho o que no hemos superado infinidad de obstáculos para llegar donde estamos. Sin embargo no lo debemos tomar así, “privilegio” significa que alguno de nosotros podemos tener ventaja sobre otros por razones que no controlamos, por  el  hecho de haber nacido en un determinado entorno social o en una determinada familia. El siguiente comic resume las grandes diferencias sociales que, por esta causa, se viven en el mundo.


























En nuestro trabajo de Educador/a nos encontraremos muchas situaciones que serán consecuencia de estas diferencias de oportunidades, cuando las tengamos delante deberíamos pensar que, con menos suerte, nos podrían haber tocado a nosotros.

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