sábado, 2 de abril de 2016

Una evaluación alternativa

Bueno, una semana más con el rol. En esta ocasión el de “evaluadora o analista”. Ahora que ya hemos completado el círculo de los roles (Llegamos al acuerdo en el grupo de que serían alternativos), puedo decir que no es el rol que prefiero (Aprovecho para dar las gracias a los JAMI’S por habérmelo retrasado una semana). Analizar el trabajo de otros sin tener la garantía de acertar en tus juicios; evaluarlo, quizás, desde una perspectiva inadecuada; o tener que juzgar sin la posibilidad de recoger explicaciones sobre la intención que persigue, es una tarea cuanto menos ingrata. Supongo que esa es una de las intenciones de nuestra “profe”, acostumbrarnos a que asumamos roles necesarios que muchas veces no son agradables. Pero vamos al grano:

Acerca de la “crítica” de Almudena referida a la propuesta Piden que la escuela enseñe “habilidades emocionales”, podría valorar la consistencia del relato, como siempre coherente; o la brillantez de la redacción, innegable; o la sensible elección del tema y su capacidad de atracción, o la claridad de las ideas siempre comprometidas, o la excelente ortografía, o el desarrollo inteligente de la entrada.

Respecto a Inma, su “rastreo” en tres fuentes de información incide en una situación de innegable relevancia y actualidad: La crisis de los refugiados sirios. Después de tantas entradas ya no impresiona el ingenio y la agudeza de su contraste de ideas, ni su capacidad de razonar sobre la información, ni el vocabulario de su redacción, ni lo acertado de sus juicios o lo atinado del enfoque de su análisis.

En relación a Miguel, como siempre sorprende, esta vez en el rol de “buscador”. Destaca la utilidad de la página que nos descubre, enfocada en la integración de la comunidad gitana tantas veces ignorada, el detalle de la información que nos facilita, la relevancia social que tiene. Mejora sensiblemente en la composición y en la concreción de la relación de los datos, que expone de forma sencilla y espontánea.

Sin embargo, puede que a veces nos equivoquemos cuando valoramos el trabajo que alguien hace solo desde consideraciones formales y técnicas, sobre todo cuando no se está completamente preparado para asumir esa responsabilidad tan importante. Por eso, en esta ocasión, voy a evaluar a mis compañeros desde el punto de vista de otros parámetros, de otras razones de carácter menos técnico, menos formales, pero no por eso menos importantes.

Almudena, por el dinamismo constante en su trabajo, por su afán de cumplir y hacer las cosas bien, por la ambición bien entendida de sus planteamientos cargados de razones, por su energía y por su eficacia, esta semana merece un 10.

Inma, por el interés incuestionable de su ejercicio, por su disposición persistente y fuera de toda duda, por su constante evolución a mejor, por la capacidad de superación en sus escritos y por su ánimo, esta semana consigue un 10.

Miguel, por la naturalidad con que desarrolla su cometido, por su intención de concienciación permanente, por su afán de evolución y progreso, por la fuerza de su impulso, la agudeza de su investigación y su capacidad de responsabilidad, esta semana gana un 10.


En cuanto a los JAMI’S, puedo decir que nos tenemos respeto, que hay comunicación y compromiso, que mis compañeros ayudan a mejorar con sus trabajos, que convertimos en un motivo de enriquecimiento la diversidad de opiniones y experiencias, que resolvemos conflictos por medio del diálogo y la concertación, que respetamos las normas acordadas y que cumplimos los compromisos. La verdad, le pondría un 10, pero como yo estoy en él, solo le daré un 9.

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