En esta ocasión voy a comentar mi experiencia con el SG denominado Simulador Educativo de Conflictos en el Aula del Ministerio de Educación, que es un entorno virtual que
recrea situaciones conflictivas en un Centro Escolar de Infantil, sobre las que
hay que experimentar soluciones. El usuario participa como educador/a social en
diferentes situaciones de crisis y conflictos, interactuando con personajes y
objetos, tanto en la sala de profesores como en el aula de alumnos, también
interviene en dichos conflictos y prepara el plan de prevención correspondiente.
El juego
dispone de biblioteca virtual para refrescar conocimientos teóricos, un
teléfono para llamar a padres y algún recurso más. Una vez en él se selecciona
un personaje masculino o femenino para interactuar y la edad de los personajes
que pueden tener el problema. En mi caso he querido tratar con niños de 0 a 12
meses y descubrí que había una chica, Sara, que tenía un problema con la
siesta, no podía dormir y despertaba a los demás. Una vez identificado el problema,
rellene una ficha con las observaciones pertinentes y después, entre varias
opciones, elegí la estrategia para actuar directamente con la niña y solucionar
el problema, básicamente, calmarla antes de que empezara a llorar: Intenté corregir la actuación problemática primero con el chupete, luego con caricias y
por último calmándola con palabras. Después de llevar a cabo esas acciones,
llamé a la familia para comprobar que no solamente el problema ocurría en el
Centro y, cuando me lo confirmaron, le argumenté que para que el comportamiento
desapareciera, habría que reforzarlo, trabajando en casa la misma dinámica que
yo realicé. No hubo problema porque los padres estuvieron receptivos y abiertos
a colaborar con el Centro. Al final el juego te da un informe con las
puntuaciones del trabajo y la interacción o las acciones erradas, por lo que
una puede aprender que es lo que ha hecho bien o mal.
Esta vez el
juego me ha parecido demasiado simple, pero también un poco lioso en cuanto a
como está estructurado. Por las edades de los alumnos, toca algunas situaciones
que creo no muy directamente relacionadas con el rol de Educadora Social,
situaciones, que en el caso elegido por mí, se suelen resolver con un poco de
sentido común. De todas formas da algunas pautas teóricas para resolver
conflictos: Identificar el problema, analizarlos, ensayar terapias para
corregirlo, etc. También hace hincapié en lo importante que es una acción
coordinada entre el Centro y la familia.
En cuanto a
las emociones sentidas, la verdad, no han sido muchas. Es positivo ayudar y más
si es un colectivo tan vulnerable como los niños tan pequeños, pero creo que
este aspecto emocional no está muy trabajado, es un juego un poco
despersonalizado.
Con respecto
al tipo de intervención en que lo usaría, pues podría ser en Proyectos de
Formación de Personal para Guarderías Municipales, ya que probablemente algunos
cuidadores no tengan ese tipo de conocimientos teóricos. También se podría
utilizar en trabajos interdisciplinarios de Actualización para Maestros de
Educación Infantil, y además vendría bien distribuirlo por Asociaciones de Padres,
para recalcar la importancia que tiene la colaboración de las familias y el
Centro Escolar.
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